Sri Lanka: El caos tranquilo

Esta exposición es el resultado de un viaje por Sri Lanka en el que la cámara no buscó monumentos ni paisajes, sino personas. Sus gestos, sus rutinas, sus miradas fugaces. Desde la calma de Sigiriya hasta el bullicio de Colombo, pasando por Galle, Yala o Nuwara Eliya, cada fotografía es un encuentro espontáneo, un instante robado al tiempo.

Lejos de la postal exótica, estas imágenes intentan captar lo más esencial: la presencia del otro. Son fragmentos de vida que hablan —sin palabras— de lo universal: del trabajo, del juego, del silencio, de la espera, de la mirada que se cruza. Un homenaje a quienes, sin saberlo, me regalaron un momento de humanidad.

Privacidad